Un palacio de principios de siglo XX, en la zona residencial de la ciudad, aloja las colecciones de arte vasco entre 1850 y 1950 -con especial atención a los pintores alaveses, Fernando de Amárica e Ignacio Díaz Olano-, y la de arte español del XVIII y XIX, representado por artistas de renombre como Vicente López, Carlos de Haes o Federico de Madrazo.